Por qué escribir es como limpiarse los dientes con hilo dental.

Créalo o no, la construcción de un hábito de escritura eficaz es justo como limpiarte los dientes regularmente. O al menos eso es lo que cree el gurú de costumbres de la Universidad de Stanford BJ Fogg. Fogg está interesado en cómo adquirimos el hábito de hacer cosas y cree que la fuerza de las costumbres está definida por el tamaño de la decisión involucrada. Y eso quiere decir que posponemos las grandes decisiones en favor de las más pequeñas.

También cree que los hábitos son cosas en las que uno en realidad no piensa - o no en una manera consciente. Dice: "Si estás decidiendo 'sí, voy a ir al gimnasio hoy' es una muy buena indicación de que no es un hábito. Los hábitos son cosas que haces sin decidirlo."

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con escribir - y limpiarse los dientes con hilo dental? Bueno, todos sabemos los beneficios de limpiarse los dientes con hilo dental pero la realidad, bueno, ¡todos esos dientes! Es que es demasiado todos los días. Así que con eso en mente, BJ Fogg recomienda usar hilo dental sólo en un diente inmediatamente después de cepillarse - y luego fortalecer ese hábito poco a poco con el tiempo.

Al empezar con un diente, se vuelve más fácil usar hilo dental con más dientes - y este es el principio que podemos aplicar para ayudar a establecer un hábito efectivo de escribir también -¡pero no pares de limpiar tus dientes con hilo dental!

1. Ponte un mini objetivo

Si sabes que quieres escribir esa serie de blogs o tener ese pequeño cuento escrito, la primera cosa a hacer es ponerte un mini objetivo. Comprométete a escribir por tan solo cinco minutos al día. No te preocupas acerca de la cantidad de tiempo que te das para escribir en este punto - concéntrate en lograr el compromiso de escribir. Sólo da lo que puedas y no empieces la espiral negativa de culpa e inactividad que viene cuando te abrumas con mucho trabajo.

2. Sujétalo a un comportamiento existente

Una vez que identificaste qué hábito quieres, necesitas ahora pegarlo a otro comportamiento que hagas todos los días - esto lo hace más normal y significa que no es un gran asunto. Así que, cuando estaba buscando desarrollar el hábito de escribir para mí mismo, hice que fuera la primera cosa que hiciera cada mañana después de hacerme una taza de té. Cada mañana escribiría por tan sólo 10 minutos antes de hacer cualquier otra cosa. Al ligar un objetivo altamente alcanzable a una actividad que hacía sin pensar cada mañana, logré el hábito de hacer las dos juntas - ¡sin gran problema!

3. Lentamente incrementa el hábito hasta un nivel realista.

Digamos que tu objetivo es escribir por cinco minutos cada día después de comer tu almuerzo. Por la primera semana solo haz tus cinco minutos cada día. Al final de esa semana ya habrás escrito por 25 minutos. Ahora necesitas incrementar el tiempo, tal vez agregar otro minuto cada día, así que para el final de la segunda semana estarás escribiendo por 10 minutos cada día, para la tercera 15 minutos. Quizás quieres aumentar tus cinco minutos diarios hasta un hábito de tres horas de escritura, pero necesitas mantenerte realista - si haces el objetivo muy grande problablemente vas a sentirte abrumado.

4. Registra tu escritura para darle seguimiento a tu progreso

Como en todos los cambios de comportamiento verdaderamente ayuda si registras tu progreso. Tan solo el simple acto de anotar qué tan frecuentemente estás logrando tus metas hace una diferencia notable en qué tan productivo eres y qué tan motivado te sientes.

5. Recompénsate cada vez que lo hagas

Es importante que te premies por el avance que logras en cada etapa de tu proceso de escritura. Si has escrito por cinco minutos al día durante una semana completa - ¡eso es sorprendente! En muchos casos la recompensa viene al lograr tu meta pero nunca te olvides de darte una palmada en la espalda también. Sólo al recompensarte tendrás la motivación para continuar - e incrementar el tiempo que pasas escribiendo.

6. No te castigues cuando dejes pasar un día

Esta es la regla de oro. Si te hundes en la culpa pensando 'si no puedo ni escribir por cinco minutos al día, ¿entonces qué esperanza tengo? 'en ese momento dejas que gane tu crítico interior. Nunca te culpes por intentar cumplir tu meta diaria de escritura. Algunas veces la vida se atraviesa en el camino, acéptalo y sigue adelante - siempre hay otros cinco minutos mañana.

 

El primer artículo apareció en Huffington Post.

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